¿Alguna vez
te has preguntado cómo y por qué se produce el sudor? Esta traducción de la Sociedad Internacional de
Hiperhidrosis te ayudará a entender por qué sudamos.
“Los humanos
tenemos hasta cuatro millones de glándulas sudoríparas distribuidas por todo el
cuerpo. Tres millones de ellas son glándulas ecrinas. Las glándulas ecrinas
excretan un líquido transparente e inodoro, que ayuda a regular la temperatura
corporal mediante la evaporación. Estas glándulas se concentran
principalmente en las plantas de los pies y la frente, seguidos de las axilas y
las manos. Las glándulas sudoríparas apocrinas se encuentran en la zona axilar
y genital y producen un fluido espeso en el que se produce una descomposición
bacteriana que puede dar lugar a olores intensos. La proporción entre glándulas
sudoríparas ecrinas y apocrinas es de una a una en las axilas y diez a una en
el resto del cuerpo [...]
Una vez
aclimatada al ambiente, una persona puede llegar a producir varios litros de
sudor a la hora o hasta diez litros por día. En los animales, el sudor
apocrino contiene feromonas esenciales para el cortejo y la reproducción; su
papel en los humanos no está claro.
También
existen glándulas sudoríparas “mixtas”, llamadas apoecrinas. Estas glándulas se
desarrollan durante la pubertad y se encuentran en las axilas y alrededor del
ano. Aún no se conoce la función de estas glándulas y su papel en la
hiperhidrosis, pero se sabe que en algunos afectados hasta el 45% de las
glándulas sudoríparas pertenecen a este tipo. Además, los estudios in vitro han
demostrado que las glándulas apoecrinas pueden producir hasta siete veces más
sudor que las ecrinas. [...]
El centro de
regulación de la temperatura corporal se encuentra en el hipotálamo, que
controla la producción de sudor ecrino y el flujo de sangre a la piel. El
hipotálamo no sólo responde ante cambios en la temperatura corporal sino
también ante las hormonas, factores externos, actividad física y emociones. Se
cree que tanto las emociones como la actividad física afectan a la regulación
de temperatura a través del sistema límbico.
Al parecer,
las glándulas sudoríparas en las palmas de las manos y plantas de los pies se
activan sobre todo mediante estímulos emocionales, mientras que el sudor axilar
responde tanto a factores emocionales como de temperatura. Una teoría sugiere
que esta diferencia se debe a que estas zonas reaccionan a un sistema de
regulación diferente.
Se cree que
el sudor emocional es un vestigio evolutivo, que cumplía una función importante
a la hora de cazar animales o luchar contra enemigos. El sudor en las palmas de
las manos y plantas de los pies puede mejorar la fricción mediante el control
de la humedad de la piel, lo que proporciona un mejor agarre. Además, la
sudoración generalizada enfría el cuerpo en preparación a una actividad física
intensa.”
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Dr. Carlos Alberto Ramírez Medina
M.N. 146.653 M.P 453.839
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Buenos Aires - Argentina
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